En 1810 aumentaron los casos de vómito prieto en Veracruz. En 1812, un brote de fiebre amarilla se extendió de Veracruz a Jalapa acompañando los desplazamientos de tropas y matando a casi la cuarta parte de los soldados del Batallón de Castilla.
El surgimiento de tifo en 1813 inició la epidemia más importante, efecto del hacinamiento, pérdida de hogares, hambre, y hábitos deficientes de higiene; derivados de la guerra, movimientos de tropas y desplazamientos de la población civil.
Hubo influenza y catarro pestilencial.
Se tomaron medidas de detección y aislamiento de enfermos. Fumigaban con ácido nítrico y con el humo de hogueras en las que se quemaba pólvora.
Contra la fiebre se usó jugo de naranja mezclado con crémor tártaro. Es digno de mención el avance y alivio que significó la introducción de la vacuna contra la viruela, único recurso preventivo útil contra esta enfermedad, lo cual abrió paso a salud pública en la época.
Un factor favorable para el uso de la vacuna fue la actitud inicial del Virrey Iturrigaray, quien ante la renuencia de la población para ser inmunizada, invitó a decenas de personas a presenciar cómo el profesor Juan Arboleya inyectaba al hijo del virrey, mostrando que la vacuna contra la viruela era perfectamente segura.
Durante la Independencia se originaron las Juntas Provinciales de Salud, como una respuesta de los representantes de los cabildos municipales y eclesiásticos para promover los primeros decretos de salud en favor de la sociedad.
Otra enfermedad que también causó grandes estragos en la sociedad durante la época colonial fue la tuberculosis. En el siglo XVIII la población del país aumentó y las ciudades crecieron considerablemente, lo que provocó cambios en la urbanización. Esto, sumado al desinterés de las autoridades, propició que las calles, las fuentes, el interior de las viviendas, los manantiales y los lugares de trabajo, se convirtieran en focos de infección.
Pese a que en 1846 se creo el Consejo Superior de Salubridad, el Estado no consiguió asumir la responsabilidad de prestar atención médica universal en todo México debido las invasiones militares de Estados Unidos y de Francia (1847 a 1853).
En retrospectiva, tras miles de fallecidos y luego de haber superado enfermedades y pandemias que casi frenan el movimiento independentista, podemos apreciar que en la actualidad podemos gozar de buenos servicios de salud, tratamientos eficaces y rápidas intervenciones.
Recuerda que contar con Seguro Médico es importante, pues una rápida atención médica puede marcar la diferencia.
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