El dengue es una enfermedad causada por un virus y se transmite a las personas por la picadura del mosquito portador de la enfermedad.
El dengue no se transmite de una persona a otra y actualmente no hay vacuna para combatirlo. Es común en regiones tropicales y subtropicales como Centroamérica, Sudamérica y lugares donde se estanca el agua.
Existen 3 manifestaciones diferentes de la enfermedad, que son:
- Fiebre de dengue
- Fiebre hemorrágica
- Shock hemorrágico
Síntomas
Los síntomas del dengue, conocido comúnmente “fiebre quebrantahuesos”, aparecen después de un periodo de 4 a 7 días. Se presentan como:
- Fiebre
- Dolor de huesos
- Dolor de cabeza intenso (en la frente)
- Dolor de ojos (que se incrementa al moverlos)
- Erupción en la piel (parecida al sarampión)
- Náuseas
- Vómito
- Insomnio
- Prurito (comezón)
- Falta de apetito
- Dolor abdominal
En casos graves:
- Hemorragia
- Convulsiones a causa de la fiebre
- Deshidratación severa
Prevención
- Usa ropa que cubra la mayor parte de tu cuerpo
- No te expongas a la picadura de los moscos
- Usa repelente contra mosquitos
- Instala mosquiteros en puertas y ventanas
- Evita que se acumule basura
- Lava constantemente contenedores de agua, así como tinacos y cisternas
- Desechar todo objeto inservible capaz de acumular agua, como latas, neumáticos en desuso, macetas, juguetes rotos y otros.
- Mantener boca abajo los recipientes que no estén en uso, o sea baldes, frascos, tachos y botellas.
- Tapar los tanques de agua.
- Renovar y limpiar diariamente el agua de bebederos de animales.
- Reemplazar por arena húmeda el agua de floreros, jarrones y recipientes de las plantas acuáticas.
- Limpiar canaletas y recodos de desagües para permitir que el agua corra.
- En el caso de ausentarse del domicilio, colocar larvicidas en las piletas que queden con agua.
Tratamiento
No hay un medicamento específico para tratar la infección del dengue. La base del tratamiento para esta enfermedad es la terapia de apoyo. El aumento de la ingesta de líquidos orales se recomienda para prevenir la deshidratación; en algunos casos puede ser necesaria la suplementación con líquidos intravenosos si el paciente es incapaz de mantener la ingesta oral.
Para aliviar el dolor y la fiebre es muy importante evitar la aspirina (ácido acetilsalicílico) y los fármacos antiinflamatorios no esteroides, ya que estos medicamentos pueden agravar la hemorragia asociada con algunas de estas infecciones, por sus efectos anticoagulantes. En su lugar, los pacientes deben tomar paracetamol (acetaminofén), aunque éste es sólo un paliativo.
Algunos casos pueden requerir una transfusión de sangre o plaquetas si hay hemorragia significativa como así también oxígenoterapia para tratar niveles anormalmente bajos de oxígeno en la sangre.
Recuerda que un seguro de gastos médicos puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Siempre es mejor contar con la calma de que tú y tu familia tienen disponibles las más oportunas atenciones.
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