Sobrevivir al cáncer es una victoria significativa, pero marca el comienzo de una nueva etapa que requiere cuidados especiales y adaptaciones. Los pacientes que han superado esta enfermedad a menudo enfrentan cambios profundos en sus vidas, tanto a nivel personal como laboral. Las secuelas físicas y emocionales pueden persistir, exigiendo una atención continua para mantener la salud y el bienestar. Además, la experiencia de la enfermedad puede llevar a una reevaluación de prioridades y valores, impactando las decisiones en diversos aspectos de la vida.
La reintegración al trabajo puede implicar ajustes y consideraciones específicas, ya que las perspectivas y metas personales pueden experimentar transformaciones significativas. En este proceso, el apoyo emocional y la comprensión de la comunidad son esenciales para ayudar a los sobrevivientes a construir una nueva normalidad y aprovechar al máximo cada día.
Consultas con un nuevo médico
En algún momento después del cáncer, es posible que usted tenga que consultar con un nuevo doctor. Debe dar a su nuevo doctor los detalles exactos de su cáncer y tratamiento. Asegúrese de que tenga disponible esta información y guarde copias de todos sus expedientes médicos para usted:
- Una copia del informe de patología de cualquier biopsia o cirugía.
- Si se sometió a una cirugía, una copia del informe quirúrgico.
- Si se le admitió en el hospital, una copia del resumen al alta que los médicos preparan cuando envían al paciente a su casa.
- Si se ha sometido a tratamiento con radiación, una copia del resumen de su tratamiento.
- Si recibió quimioterapia, una lista de sus medicamentos, las dosis y cuándo se tomaron.
- Copias de sus radiografías y otros estudios por imágenes (a menudo se pueden incluir en un DVD).
La recopilación de estos detalles durante o poco después del tratamiento puede ser más fácil que tratar de obtenerlos en algún momento en el futuro.
Cambios del estilo de vida durante y después del tratamiento
Tener cáncer y sobrellevar el tratamiento puede tomar mucho de su tiempo. No obstante, ahora puede que usted tenga el tiempo para reevaluar varios aspectos de la vida. Tal vez usted piense sobre cómo mejorar su salud. Algunas personas incluso lo hacen durante el tratamiento del cáncer.
Tome decisiones saludables
Reflexione acerca de cómo era su vida antes del cáncer. ¿Hacía cosas que no eran tan saludables? Quizás usted tomaba mucho alcohol, comía más de lo que debía, fumaba o no hacía ejercicio a menudo. Tal vez se guardaba sus sentimientos, o permitía que los factores estresantes le afectaran por demasiado tiempo. Ahora no es el momento de sentirse culpable o culparse a sí mismo. El día de hoy puede comenzar a hacer cambios que puedan tener buenos efectos durante el resto de su vida. Se sentirá mejor y además estará más sano(a).
Una alimentación saludable
Comer bien puede ser difícil durante y después del tratamiento del cáncer. El tratamiento puede cambiar su sentido del gusto. Puede que haya enfermado del estómago. Tal vez no tenga ganas de comer. Incluso puede que esté perdiendo peso sin desearlo. Por otro lado, algunas personas aumentan de peso incluso cuando no comen más. Esto también puede ser perturbador.
Si ha perdido peso o tiene problemas con el sentido del gusto, coma lo mejor que pueda y sepa que estos problemas se aliviarán. Puede preguntar a su doctor o enfermera si puede consultar con un dietista para que le dé ideas para lidiar con algunos de estos efectos secundarios. También puede que le convenga ingerir comidas ligeras cada dos o tres horas hasta que se sienta mejor.
La Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) recomienda que los sobrevivientes de cáncer hagan lo siguiente:
- Coman al menos de 2,5 a 3 tazas de verduras y de 1,5 a 2 tazas de frutas cada día.
- Elijan grasas más saludables, como los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en el pescado y las nueces.
- Opten por proteínas con bajo contenido de grasas saturadas, como pescado, carnes magras, huevos, nueces, semillas y legumbres.
- Elijan fuentes saludables de carbohidratos, como granos integrales, legumbres, frutas y verduras.
Comer de esta manera te asegura que obtengas muchas de las vitaminas y los nutrientes que necesitas para fortalecer tu cuerpo.
Descanso, cansancio y ejercicio
El cansancio es la sensación de estar muy agotado. Resulta muy común entre las personas con cáncer. Este “cansancio hasta los huesos” no desaparece con el descanso. Para algunas personas, el cansancio dura por mucho tiempo tras el tratamiento.
Puede ser difícil mantenerse activo cuando se siente agotado(a) todo el tiempo. Sin embargo, estar activo puede ayudar a reducir su cansancio. Los estudios han mostrado que los pacientes que siguen un programa de ejercicios se sienten mejor y también tienen una mejor disposición.
Si estuvo enfermo o en cama durante el tratamiento, es normal haber perdido algo de su condición física, resistencia y fuerza muscular. El ejercicio puede ayudar a fortalecer sus músculos, y puede ayudar a combatir el cansancio. Además, puede ayudarle a combatir ese sentimiento de depresión que algunas veces surge al estar tan cansado.
Su programa de ejercicios debe ser adecuado a sus necesidades. Es posible que una persona de edad más avanzada que nunca ha sido muy activa no pueda realizar la misma cantidad de ejercicio que una persona de 40 años de edad. Si no ha estado activo durante varios años, pero aún le es fácil moverse, puede considerar comenzar con paseos cortos.
Hable con su médico o enfermera antes de comenzar e infórmeles sobre sus planes de ejercicio. Además, trate de conseguir a alguien que le acompañe a hacer ejercicios de manera que no los haga solo. Cuando los familiares o los amigos se integran en un nuevo programa de ejercicio, usted obtiene el refuerzo de apoyo adicional que necesita para mantenerse activo. Sin embargo, si se siente muy cansado, debe asegurarse de descansar. En ocasiones, es difícil para las personas permitirse descansar cuando acostumbraban trabajar todo el día o cuidar de un hogar y de una familia. No obstante, está bien descansar cuando lo necesite.
Su salud emocional
Cuando termine su tratamiento es posible que sienta muchas emociones. Esto les sucede a muchas personas. Es posible que usted haya pasado por mucho desde el diagnóstico a tal punto que sólo se pueda enfocar en finalizar con todo su tratamiento. Ahora puede encontrarse pensando sobre su propia muerte o en el efecto que su cáncer tiene sobre su familia. También es posible que piense más sobre su relación con su cónyuge o pareja.
Éste es el momento en que necesita personas a las cuales acudir para que le den fuerzas y le consuelen. Este apoyo puede provenir de familiares, amigos, grupos de apoyo de cáncer, grupos religiosos, grupos de apoyo en Internet y consejeros.
Casi todas las personas que han pasado por la experiencia de tener cáncer se pueden sentir mejor al recibir algún tipo de apoyo. Algunas personas se sienten seguros en grupos, y otras prefieren hablar en un entorno informal, como en una iglesia. Otras personas se sienten con más confianza hablando con un amigo cercano o con un consejero. Sea cual fuere su fuente de fortaleza o consuelo, asegúrese de tener un lugar a donde acudir en caso de tener preocupaciones o inquietudes.
El cáncer puede ser una experiencia muy solitaria. No necesita hacerlo solo. Si decide excluir a sus familiares y amigos, es posible que se sientan relegados. Permítales participar, e incluya a otras personas que le puedan ayudar.
Usted no puede cambiar el hecho de que ha tenido cáncer, pero sí puede cambiar cómo vivirá el resto de su vida.
Relaciones en pareja y sexualidad
La enfermedad modifica la relación de pareja, no sólo durante el proceso de tratamiento sino que los cambios pueden mantenerse una vez finalizado el mismo. Generalmente, están provocados por las dificultades que se deben superar y por los cambios en la forma de ver la vida generados por la experiencia de enfermedad.
En muchos casos las parejas salen fortalecidas del proceso y observan como los lazos afectivos, la comunicación, los planes conjuntos se han estrechado y mejorado sensiblemente. Pueden aparecer dificultades que no existían o a las que antes no se les daba importancia pero ahora sí. En estos casos, debe actuar con tranquilidad pero sin demora.
Es necesario hablar con franqueza de lo que está ocurriendo, valorar conjuntamente las soluciones y poner en práctica las decisiones que sean satisfactorias para ambos. Durante y después del tratamiento es posible que aparezcan alteraciones en la vida sexual. En la mayoría de las ocasiones éstos problemas tienen un tratamiento eficaz por lo que es importante que no lo dejes pasar y busques posibles soluciones.
- Cuando aprecies algún problema consulta con tu médico. Te asesorará respecto al especialista más adecuado para realizar una valoración y tratamiento del problema. Muchas de estas alteraciones son transitorias y un tiempo después de los tratamientos suelen desaparecer.
- Si eres mujer, recuerda que se puede obtener satisfacción y placer aunque puedan haber cambiado determinados aspectos de tu sexualidad.
- Habla con tu pareja acerca de tus preocupaciones, dudas y temores. Esto permitirá que os ayudéis mutuamente a encontrar la forma de tener intimidad durante y después del tratamiento.
Regreso al trabajo
Regresar al trabajo no es una opción para cada sobreviviente del cáncer. A veces, los efectos físicos, mentales o emocionales del tratamiento contra el cáncer cambian o retrasan los planes laborales. Si realmente se siente preparado para regresar al trabajo, el primer paso es obtener la aprobación de su médico. El momento adecuado para regresar al trabajo depende de lo siguiente:
- Los efectos secundarios a largo plazo de su tratamiento
- Las exigencias físicas o el estrés que produce el trabajo
- Su necesidad de recibir atención de seguimiento
Si su médico lo aprueba, contáctese con el departamento de Recursos Humanos o su supervisor para coordinar una reunión en persona o por teléfono. Debe conversar acerca de los detalles sobre el momento adecuado para su regreso y cuál sería su cronograma de trabajo. Las opciones de programación creativas pueden ayudarle a atravesar la transición del regreso al trabajo con éxito. Entre los ejemplos se incluyen los siguientes:
- Trabajar a tiempo parcial en el primer regreso.
- Procurar que el horario sea flexible para poder acudir a las citas médicas.
- Compartir el trabajo en los proyectos importantes hasta que esté preparado para trabajar a tiempo completo.
- Licencia médica no remunerada
Como sobreviviente del cáncer, usted decide cuánto compartir con sus compañeros de trabajo acerca de su experiencia con el tratamiento y su licencia laboral. Al igual que su cronograma y su carga laboral, sus primeras interacciones sociales deben planificarse antes del regreso. Puede decidir informar a todos por correo electrónico, hablar solo con sus colegas acerca de sus proyectos o pedirle a un gerente o profesional de RR. HH. que le ayude a explicar su regreso o sus adaptaciones.
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Fuentes:
- https://www.cancer.org/es/cancer/supervivencia/bienestar-tras-el-tratamiento/la-vida-despues-del-tratamiento.html
- https://www.cancer.net/es/desplazarse-por-atenci%C3%B3n-del-c%C3%A1ncer/para-adolescentes-y-adultos-j%C3%B3venes/la-vida-despu%C3%A9s-del-tratamiento-contra-el-c%C3%A1ncer-para-adultos-j%C3%B3venes
- https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/cancer/in-depth/cancer-survivor/art-20044015
- https://www.contraelcancer.es/es/todo-sobre-cancer/viviendo-con-cancer/supervivientes/vuelta-trabajo
- https://www.cancer.net/es/blog/2018-05/regresar-al-trabajo-despu%C3%A9s-del-c%C3%A1ncer
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